5 de marzo de 2013
Recordando a José Martí,
y cumpliendo con sus principios éticos,
hoy lo digo con él:
No pidamos paz para nuestro Chávez
porque él ya vive
en las agitaciones excelsas de la gloria
y desde allí nos acompaña,
desde allí, nos guiará ahora,
como lo hizo siempre,
con inteligencia y pasión,
con esa gran mente,
llena de ternura por su gente.
Sí, con su sabiduría llanera,
la del declamador brillante,
la del padre paciente,
la del eterno amante,
la del estudiante inquieto,
la del niño arañero;
la del constructor de sueños.
Sí, con su cristianismo hirviente,
el del pecador emancipador,
el del cristiano generoso,
el del líder brioso,
el del joven responsable,
el del deportista amable;
Sí, con su pasión noble,
con su inventiva para los pobres,
el nos guiará, junto a Bolívar
con todo ese huracán de ideas,
tras largas horas,
de sus clases eternas,
como si desde que naciera
previera su grandeza.
El ya vive en la gloria,
todos vivimos esta triste hora,
de su partida eterna.
Vimos cómo su esencia,
se fue fugaz, entre el sol,
hacia la estrellas,
y las nubes de Caracas,
en minutos tornaron oscuras,
y se cerraron,
para que los diablos
no lo siguieran,
no lo alcanzaran,
para ganar una vez más,
la verdad cimera.
Así se fue Chávez,
para volver hecho millones,
el inmenso, el valiente,
el que siempre tuvo razón.
Se fue a la gloria,
a seguir el combate por los pueblos,
porque nunca se quitó las botas,
se fue con ellas este 5 de marzo,
a dirigir al universo,
a encontrarse con sus Maestros.
Nuestras sentidas condolencias a sus Familiares y compañeros de Revolución, a Todos.
¡Todos somos Chávez!
Ernesto Wong Maestre
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